Cuando los volcanes cambian el mundo (II): VESUBIO, EL VOLCÁN DE PLINIO EL VIEJO.


VESUBIO, EL VOLCÁN DE PLINIO EL VIEJO






La erupción del Vesubio 

Las Vulcanalias del 79 no consiguieron aplacar la ira de los dioses romanos, se celebraban cada 23 de agosto en honor a Vulcano, dios del fuego. Ese día se sintieron muchos temblores, frecuentes entonces en la región de Campania. Al día siguiente-probablemente 24 de agosto, aunque la fecha ha generado muchas controversias-, el Vesubio entró en erupción. Plinio el Viejo y su sobrino Plinio el Joven se encontraban en Miseno a treinta kilómetros del volcán; desde allí vieron una extraña y colosal nube que empezaba a formarse en el cielo, el joven escribiría en sus Cartas
"Surgió una nube cuya similitud y forma no hubiera podido representarla otro árbol mejor que un pino. En efecto, levantada hacia arriba como por medio de un larguísimo tronco, se dividía luego en varias ramas."

   Plinio el Viejo, como buen naturalista, quiso observar de cerca la erupción, además había recibido un mensaje de su amiga Rectinia, que vivía en Estabia al pie del volcán, pidiendo auxilio. Preparó los barcos cuatrirremes de la flota y se embarcó para socorrer a su amiga y a los habitantes de la zona. Cuando estaban cerca de Herculano comenzó a caer sobre sus barcos una lluvia de cenizaspiedra pómez -fragmentos rocosos porosos muy poco densos que flotan en el agua y que llegaron a formar islas que complicaron la navegación-, incluso rocas negras quemadas y rotas por el fuego.

La fortuna ayuda a los valientes, o no

Plinio el Viejo decidió seguir hasta Estabia, a pesar de la adversidad: La fortuna ayuda a los valientes. Allí se quedó en casa de su amigo Pomponiano y ya de noche pudieron contemplar las llamas que salían de la montaña e iluminaban el cielo, intentando protegerse de los fragmentos volcánicos y del derrumbe de los edificios se ataron almohadones a la cabeza. Amaneció con una oscuridad aterradora, una noche más negra y más densa que todas las noches que hubieran existido
   Plinio el Viejo murió cerca de la orilla asfixiado por los gases y las cenizas, su sobrino Plinio el Joven, más prudente que su tío, se había quedado en Miseno, de allí logró huir y salvar su vida por los pelos. Attonitus, -paralizados por el terror- es el término que utilizó para describir el estado en que se hallaba la multitud que intentaba huir de aquel infierno, que les debía parecer el fin del mundo. Sus famosas Cartas han permitido reconstruir la historia de esos días nefastos y por ellas conocemos el final de su tío. 


Plinio el Viejo en su estudio. Miniatura en una copia manuscrita de su Historia Natural hecha en 1457-1458. British Library, Londres.

Erupción Pliniana

Hoy sabemos que la erupción volcánica que tuvo lugar el año 79 en el Vesubio fue de una extraordinaria violencia: se formaron  nubes ardientes o flujos piroclásticos, una mezcla de ceniza, gases y rocas, que al ser más densas que el aire se derrumban y descienden a gran velocidad por las laderas del volcán, arrasando con todo lo que encuentran a su paso -Plinio el Joven, en su huida de Miseno, pudo observar una nube negra con destellos de llamas con lenguas de fuego, la nube ardiente, el pino que se había derrumbado-. En la famosa erupción del Vesubio se han diferenciado hasta seis nubes ardientes que devastaron y sepultaron Herculano y Pompeya. Este proceso tan mortífero se conoce como Erupción Pliniana, en honor a Plinio el Viejo. A esta erupción se le ha signado magnitud 5 en la escala del IEV (Índice de Explosividad Volcánica).

Los Plinios, tío y sobrino

Cayo Plinio Segundo -más conocido como Plinio el Viejo- fue uno de los personajes más importantes de la Antigüedad, historiador, naturalista, filósofo estoico y almirante de la flota. Poco antes de morir había terminado su monumental obra: Historia Natural, una obra monumental en la que recogía datos de más de dos mil volúmenes de geógrafos, astrónomos, botánicos, médicos, parteras, artistas y filósofos; la enciclopedia más antigua del mundo grecorromano que siguió siendo una referencia durante siglos: Francis Bacon, Leonardo da Vinci y otos artistas del Renacimiento, Cristobal Colón, Charles Darwin, Mary Shelley, entre otros muchos, se dejaron entusiasmar por los relatos de Plinio el Viejo.
   Cayo Plinio Cecilio Segundo -para los amigos Plinio el Joven-, sobrino e hijo adoptivo de Plinio el Viejo, abogado, escritor y naturalista como su tío, hizo carrera política ocupando varios cargos civiles y militares. Es célebre por sus Cartas que son una interesante crónica de la Roma de entonces. En una carta dirigida a Tácito describe la erupción del Vesubio y la muerte de su tío.



La única imagen del Vesubio antes de la erupción del 79.
Pintura mural de la Casa del Centenario. Pompeya.

Baco y el Vesubio

En este fresco, encontrado en la Casa del Centenario de Pompeya. aparece una representación del Vesubio, se puede ver un  cono volcánico en vez de los dos actuales. En las laderas del volcán se ven viñedos y la figura de Baco, cubierto de uvas y portando el tirso. En la parte inferior hay una enorme serpiente, el genio protector del hogar.
Siempre nos preguntamos, después de una erupción violenta, cómo es posible que la gente viva al pie de los volcanes. El motivo principal es que los materiales volcánicos dan lugar a suelos muy fértiles, a su vez el poder de las montañas para atrapar las nubes suministra el riego necesario para los cultivos. Ya se percató de esto el geógrafo griego Estrabón que vio piedras negras en el Vesubio y sugirió que las cenizas del fuego daban fertilidad a la tierra, como ocurría también en el Etna. Los viñedos de Pompeya eran muy productivos y su vino se vendía por todo el imperio, en algunas ánforas se ha encontrado la inscripción Vesuvinum, probablemente el primer vino de marca de la historia.


Pompeya y Herculano

Estas dos ciudades romanas han permanecido sepultadas por los materiales arrojados por el Vesubio durante casi 17 siglos. En 1738 se iniciaron en Herculano las excavaciones, dirigidas por el ingeniero español Roque Joaquín de Alcubierre, siguiendo las instrucciones de Carlos III. Diez años más tarde se iniciarían las excavaciones en la vecina Pompeya. Ambas ciudades son un testimonio excepcional del urbanismo y la civilización de la Antigua Roma.


Las ruinas de Pompeya, con los dos conos volcánicos del Vesubio al fondo.


Las ruinas de Pompeya, con  el Vesubio al fondo.



Calle de Pompeya con el pavimento marcado por los surcos de las ruedas de los carros.


Estatua de Atlante en el Odeón de Pompeya.

Copia de la escultura del Fauno en Pompeya, el original está en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.

¿Mala estrella o los dioses deben estar locos?

Desastre literalmente significa sin astro o mala estrella y es que los romanos creían que los desastres sucedían porque su destino estaba escrito en las estrellas. 
"Los romanos no solo se ponían en manos del destino, también en las de sus caprichosos dioses. Como la griega, la mitología romana los presentaba como seres egoístas y despreocupados, aunque muy poderosos. Los desastres le sucedían a un determinado individuo porque se entrometía en una disputa entre las divinidades. Vulcano, el dios del fuego, no era atractivo físicamente, pero le habían entregado a Venus, la diosa del amor, como esposa. Así, las erupciones volcánicas eran una muestra de su ira cuando descubría alguna de las infidelidades de Venus. "
Desastres.  Lucy Jones.
Ni las estrellas ni la cólera de los dioses, hoy sabemos que terremotos y volcanes tienen su origen en la descomunal energía acumulada en el interior terrestre, tal como nos explica la Tectónica de placas.


Casa de Menandro en Pompeya.




Fresco en el interior de un termopolio (el antecedente de los restaurantes actuales). Pompeya.


Cápsulas del tiempo

Giuseppe Fiorelli fue un arqueólogo italiano que ingenió un método que lleva su nombre, el proceso Fiorelli: inyectaba yeso en los huecos dejados por los cadáveres, ya descompuestos, en los restos volcánicos. Realizó docenas de moldes o calcos de yeso que proporcionaban identidad a las víctimas de la erupción del 79: hombres, mujeres, niños y perros, que de esta forma se han conservado para siempre en la misma posición que tenían cuando fueron sorprendidos por el flujo piroclástico. Es, sin duda, una de las imágenes más impactantes de la visita a Pompeya.


Moldes de yeso obtenidos mediante el proceso Fiorelli. Pompeya.



Moldes de yeso obtenidos mediante el proceso FiorelliPompeya.

"Esos moldes de escayola nos permiten contemplar a los pompeyanos eternizados en el último acto de sus vidas: una pareja busca refugio en un abrazo imperecedero, un hombre muere solo con la cabeza hundida en las manos, un perro guardián intenta frenéticamente librarse de su correa, una niña se cobija convulsa en el regazo de su madre como si quisiera volver a su vientre. Algunos de ellos aún parecen retorcerse, encogidos de miedo, dos mil años después."
  El infinito en un junco. Irene Vallejo.


Moldes de yeso obtenidos mediante el proceso FiorelliPompeya.


Moldes de yeso obtenidos mediante el proceso FiorelliPompeya.

Los trabajos arqueológicos en Pompeya no cesan y los nuevos hallazgos no dejan de sorprender a los arqueólogos: recientemente se han descubierto una pequeña estancia en la que vivían unos esclavos, una carroza ceremonial casi intacta o un establo con los restos de tres caballos. Podemos ver más detalles en esta noticia de El País.

Las ruinas de Pompeya, con los dos conos volcánicos del Vesubio al fondo.


Arco de Calígula al comienzo de la Vía Mercurio, con  el Vesubio al fondo. Pompeya.

Dormido, pero no extinguido

Siempre que hablamos al Vesubio nos solemos referir a la erupción del 79, que destruyó Pompeya y Herculano, pero los volcanes no se apagan así como así, si acaso se quedan dormidos por un tiempo. Otras erupciones importantes se produjeron en nuestro famoso volcán: años 472, 512, 1631 -este año hubo muchas víctimas y el proceso volcánico incluyó la nube pliniana y flujos piroclásticos, llegando sus cenizas hasta Constantinopla (Estambul)-, y varias veces más a lo largo de los siglos XVIII, XIX y XX. La última erupción tuvo lugar en 1944.


Erupción del Vesubio de 1631. Grabado de Pietro Toro.

Los Campos ardientes de Campania

Las erupciones del Vesubio y los relatos de los Plinios despertaron la curiosidad de viajeros con afán de aventura, entre ellos cabe destacar a sir Willian Hamilton, de la Royal Society, que publicó en la década de 1760 Campi Phlegraei (los campos en llamas de Campania), con las hermosas ilustraciones de Pietro Fabris.


Erupción del Vesubio de 1761.
Acuarela sobre papel de Pietro Fabris.


Erupción del Vesubio de 1776.
Acuarela sobre papel de Pietro Fabris.


Erupción del Vesubio de 1779.
Acuarela sobre papel. Pietro Fabris.




Erupción del Vesubio de 1822.
 Ilustración de George Julius Scrope.


Campi Flegrei

Nápoles es una populosa ciudad italiana a medio camino entre el Vesubio y los Campos Flégreos, otra importante área volcánica. Los Campi Flegrei -del griego pflegraios, que significa ardientes- son una gigantesca caldera volcánica, en gran parte sumergida. Hace unos 40.000 años tuvo lugar aquí una explosión volcánica paroxísmica, a la que los vulcanólogos asignan una magnitud 7 de IEV (Índice de Explosividad Volcánica). Esta explosión, conocida como Ignimbrita Campaniana, podría ser uno de los factores que influyeron en la extinción de los neandertales
   Actualmente en los Campos Flégreos se pueden encontrar muestras de vulcanismo atenuado: fumarolas, solfataras y aguas termales, que ya aprovechaban los romanos.

Nápoles, a caballo entre el Vesubio y los Campi Flegrei.


Nápoles, luces y sombras de la ciudad nueva

No podemos terminar este viaje vesubiano sin dar una passeggiata por Nápoles. Junto a la ciudad  de Parténope -sirena de la mitología griega-, los griegos construyeron una ciudad nueva, Neápolis, y de ahí deriva el nombre actual: Nápoles, Napoli en italiano, Napule en napolitano. Ciudad única e inimitable del Mezzogiorno italiano; castillos, palacios, iglesias y museos junto a una bellísima bahía, siempre a la sombra poderosa del Vesubio. Pero no todo aquí es belleza, marcada por el estigma de la Camorra, Nápoles -la Gomorra de Roberto Saviano- es una urbe populosa con graves problemas con las basuras y con el mundo del narcotráfico. No deja indiferente a los que la visitan: se ama o se odia, o más bien las dos cosas a la vez. Hermosa, barroca, vibrante y genuina, pero  descuidada y decadente, caótica, ruidosa, a veces peligrosa, una ciudad volcánica.

Basílica de Santa Maria della Sanitá, con el Vesubio al fondo. Nápoles.

Nápoles y su bahía desde el Castel di Sant'Elmo. A la derecha la Certosa di San Martino, al fondo el Vesubio.


Spaccanapoli (literalmente rompe-nápoles), la vía que parte la ciudad en dos, coincide con el antiguo decumano inferior de la Neapolis romana. En el centro puede verse la Basilica di Santa ChiaraNápoles.


El Castel Nuovo y la cúpula de la Galleria Umberto I. Nápoles.

Iglesia del Gesù Nuovo o de la Trinità Maggiore. Nápoles.


Iglesia de Santa Maria di Montesanto, al fondo el funicolare que une el centro histórico con el Vomero. Nápoles.

"Jammo, jammo 'ncoppa jammo jà
Jammo, jammo 'ncoppa jammo jà
Funiculì, funiculà
Funiculì, funiculà
'Ncoppa jammo jà
Funiculì, funiculà"

De Funiculì funiculà, canzone dedicada al primer funicolare al Monte Vesubio. 


Los altares religiosos forman parte de la geografía callejera de la ciudad. Nápoles.

Nápoles -la città delle 500 cupole- es una ciudad profundamente religiosa con cerca de quinientas iglesias. Los napolitanos profesan devoción a San Gennaro, patrón de la ciudad, cuya sangre se licúa milagrosamente tres veces al año. El tradicional pesebre navideño tiene su origen en Nápoles -il presepe napoletano-, algunos de los más antiguos son una auténtica obra de arte. En la Via San Gregorio Armeno hay un mercadillo  donde se pueden comprar todo tipo de figuritas, las tradicionales y otras menos ortodoxas (Pavarotti, Maradona, Berlusconi, el Papa Francisco...).


Pesebre Cucinello. Certosa di San Martino. Nápoles.


Figuritas del pesebre napolitano.

Figuritas, no muy tradicionales, del pesebre napolitano.



Il calcio -el fútbol- es religión en esta ciudad, y Maradona su santo consagrado -la mano de Dios-, que compite seriamente con otras devociones. Incluso hay un mural y un altarcillo del Pelusa en los Quartieri Spagnoli.


Iluminación navideña en la Via San Gregorio Armeno, la calle de los belenes. Nápoles.


Las catacumbas de San Gennaro. Nápoles.


Las catacumbas de San GennaroNápoles.

Paseando por los barrios de Nápoles uno tiene la sensación de haberse sumergido de repente en el cautivador mundo de las Dos Amigas de Elena Ferrante -sea quien sea quien está detrás del pseudónimo-: calles descuidadas, llenas de ropa tendida de lado a lado de la calle, motorinos, cafés muy animados, altarcillos religiosos, incluso pudimos ver alguna cesta de mimbre colgada de un balcón para recoger la compra.



Motorino en un rione napolitano.

Il Capodanno a Napoli

"La notte dell'ultimo dell'anno era una notte di battaglia , nel rione e in tutta Napoli. Luci abbaglianti, esplosioni."
L'amica geniale. Elena Ferrante.

Doy fe de que sigue siendo así:  en nuestro viaje tuvimos la ocasión de celebrar la Nochevieja de 2014 allí, y al salir del cenone di capodanno en un restaurante de los quartieri spagnoli logramos sobrevivir a la guerrilla urbana pirotécnica, por la calle y desde los balcones, para terminar con el espectáculo fabuloso de los fuegos artificiales por toda la bahía de Nápoles.


I panni stesi, la ropa tendida, la verdadera bandera de los barrios napolitanos.

Volando sobre una pelota de fuego
"Noi stiamo volando sopra una palla di fuoco. La parte che s'è raffreddata galleggia sulla lava, Su questa parte costruiamo i palazzi, i ponti e le strade. Ogni tanto la lava esce dal  Vesubio oppure fa venire un terremoto che distrugge tutto."
L'amica geniale. Elena Ferrante.


Edificios de un rione napolitano.

No me resisto a dejar Nápoles sin compartir con vosotros la canción más conocida del sin par músico napoletano Renato Carosone:




A DAY IN POMPEII , una recreación realizada por Zero One Animation, junto con el Melbourne Museum:



Las fotos de Nápoles y Pompeya fueron tomadas durante un viaje en las Navidades de 2014-2015.

Un par de libros muy interesantes:

- DESASTRES. Cómo las grandes catástrofes moldean nuestra historia. Lucy Jones. Capitán Swing.

- BAJO LA SOMBRA DEL VESUBIO. Vida de Plinio. Daisy Dunn. Siruela.


En el próximo capítulo viajaremos hasta el KRAKATOA.

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