FIESTAS DE INVIERNO: EL JARRAMPLAS DE PIORNAL



A los veinte de enero (día de San Sebastián), cuando más hiela, se celebra cada año en Piornal la fiesta del Jarramplas. Un festejo sorprendente, emocionante, que no deja indiferente al que acude a conocerlo. El Jarramplas, con un colorido traje coronado por una máscara demoníaca, será sometido a una lluvia de nabos que piornalegos y visitantes le propinan en distintos momentos de la fiesta. 
De todas las interpretaciones que sobre el origen de tan extraño personaje se han dado, la más extendida es la de Jarramplas como ladrón de ganado (hombre o lobo) que recibe un castigo ejemplar en forma de un inclemente lanzamiento de nabos. Sea como fuere nos quedamos con la alegría contagiosa que viven los piornalegos en estos días. En la siguiente galería de fotos acompañamos a Jarramplas en sus salidas en la mañana fría del 20 de enero de 2023.


"A los veinte de enero
cuando más hiela, 
salió un capitán fuerte
 a poner bandera."

 (Las Alborás de Jarramplas)


"Sebastián valeroso, 
hoy es tu día, 
todos te festejamos 
con alegría."

(Las Alborás de Jarramplas)




El Jarramplas es reconocible por su llamativa vestimenta: lleva un traje con tiras multicolores y una máscara de gran tamaño, con forma cónica que tiene cuernos, dientes con grandes colmillos, nariz enorme y una cola de crin de caballo que cuelga del extremo. La vestimenta completa pesa más de 50 kilos ya que en su interior Jarramplas va protegido por una armadura de fibra de vidrio. Se acompaña en sus salidas de un tamboril que va tocando con dos cachiporras de almez.

"La máscara de Jarramplas presenta elementos animalizadores asociados al sistema económico tradicional piornalego, en el que los referentes a la cabaña caprina y vacuna (cuernos), se unen también los del ganado mular (crines). La mandíbula con sobresalientes y afilados dientes puede remitir al perro, amigo fiel y principal guardián de las piaras de cabras. En este sentido esta máscara constituiría una alegoría de la forma de vida tradicional piornalega, en torno a la ganadería, y tendría un carácter protector y propiciatorio de la cabaña caprina, vacuna y mular fundamentalmente; la máscara pretendería así ahuyentar a lobos y otros ladrones de ganado, advirtiéndoles del castigo ejemplarizante al que podían ser sometidos si osan atentar contra este ganado."
Sebastián Díaz Iglesias







"La mujer de Jarramplas
está dormida
y si no se levanta 
no come migas."
(Las Alborás de Jarramplas)


Juan Antonio Prieto y Adolfo Cerro, Jarramplas 2023






Como ya hemos dicho, el ladrón de ganado que recibe simbólicamente un castigo ejemplarizante es la explicación más aceptada que se da al personaje Jarramplas. Pero también podría representar al lobo que ataca al ganado. Desde un punto de vista religioso Jarramplas podría encarnar a San Sebastián martirizado o, dándole la vuelta, podría asemejarse a los diablos que atormentaron al Santo
Las fiestas de invierno de la geografía ibérica están llenas de botargas, máscaras y demonios danzantes en torno al solsticio. Este tipo de rituales hacen alusión a la expulsión del invierno que favorece la llegada de la luz y la fertilidad. Por último, algunos antropólogos relacionan esta fiesta con la tradición grecolatina: el mito griego de Heracles y Caco y las Lupercalias o fiesta del lobo romana.



"Salga usted Jarramplas, 
no tenga miedo,
que cuando usted salga,
todos corremos."

(Las Alborás de Jarramplas)
















Y la fiesta sigue: hay ya lista de futuros Jarramplas hasta 2050.


NABO, RUSCO Y ALMEZ

(Etnobotánica jarramplera)
(información y entrecomillados extraídos del artículo El rusco, el nabo y el almez: plantas rituales, de Sebastián Díaz Iglesias, publicado en la revista Ars et sapientia, nº 20-2006)


Nada menos que 30.000 kilos de nabos esperaban al Jarramplas en su fiesta de 2023. El nabo se convierte en arma arrojadiza contra el Jarramplas, personaje cuya simbología se asocia al Mal. En otros tiempos se lanzaban remolachas, troncos de mazorca y de col, bolas de nieve, naranjas, patatas..., pero desde hace unos años  el nabo se ha convertido en protagonista indiscutible.  


El NABO (Brassica napus) es una planta de la familia Crucíferas con flores amarillas y raíz engrosada. En realidad se trata de un híbrido natural, fruto del cruce entre un nabo (Brassica rapa) y una berza (Brassica oleracea). Aunque ha tenido usos gastronómicos, en la actualidad se emplea como planta forrajera.

"El mismo uso de los nabos como hierba mágica nos remite a la prosperidad y la protección. La cultura griega por su parte, está llena de alusiones al poder afrodisíaco y masculinizante de vegetales como el nabo, además de la cebolla, el ajo y la mandrágora."
Sebastián Díaz Iglesias

El RUSCO, chusbarba o escobina (Ruscus aculeatus) es un arbusto espinoso con rizoma grueso. Las flores salen en el centro de unas falsas hojas y dan lugar a un fruto rojo en forma de baya. En Piornal el rusco se conoce también como chumbarba, zurbarba o deshollinaera y en la fiesta del Jarramplas adorna la imagen de San Sebastián.


Un momento importante del ritual del Jarramplas es la ceremonia de Vestir al Santo: se adorna la imagen de San Sebastián con la chumbarba, tres saetas y una banda de color malva, las andas se visten con pañuelos de cien colores y mientras se cantan las famosas alborás.

"En el tronco que fuiste martirizado, nació un árbol frondoso y no se ha secado."

(Las Alborás de Jarramplas)

"Son varias las interpretaciones que se pueden lanzar sobre la presencia del rusco a la espalda de la imagen de San Sebastián en Piornal. Por un lado, con sus frutos venenosos, característicos del invierno frío y oscuro, y unas falsas hojas puntiagudas y espinosas, el rusco vendría a ser el símil de la corona de espinas de Jesucristo en su crucifixión. (...) Pero también el rusco puede simbolizar el nacimiento para los cristianos de un nuevo Santo mártir, cuya nueva vida quedará materializada en el resurgir de ramas frescas del tronco muerto en el que Sebastián perdió su vida terrenal."

Sebastián Díaz Iglesias 


Rusco (Ruscus aculeatus). Dibujo de Otto Wilhelm Thomé (1885)

El ALMEZ, hojaranzo o latonero (Celtis australis) es un árbol esbelto de hoja caduca, tiene un tronco que semeja la pata de un elefante por su corteza gris, delgada y lisa. Los frutos son comestibles y sirven para alimentar al ganado -al igual que las hojas-. Se cree que el árbol del loto de la mitología griega es en realidad el almez. Según la leyenda, la tripulación de Ulises olvidó su patria tras comer sus frutos.



Almez (Celtis australis). Dibujo de Otto Wilhelm Thomé (1885).

En Piornal el almez se conoce también como joranzo y con sus ramas, a las que se le quita la corteza se elaboran las cachiporras cilíndricas con las que el Jarramplas toca el tamboril. También se utiliza para fabricar garabatos (estructura en forma de J invertida para colgarse al hombro la cesta de las cerezas) y cayados o garrotas.


Hace muchas toneladas de nabos

A lo veinte de enero, pero de 1990 y 1992, salía el Jarramplas para recibir su consabida lluvia de nabos. Las imágenes hablan por sí solas y nos cuentan los cambios evidentes que ha sufrido la fiesta a lo largo del tiempo.
















Carteles del Jarramplas




Dos libros y una canción

Si de Jarramplas se trata, nada mejor que recurrir a dos célebres sebastianes:

- Sebastián Día Iglesias, piornalego, profesor de Secundaria, músico y antropólogo, realizó su tesis doctoral sobre el Jarramplas. En su libro Jarramplas: ritual festivo y tramas de identidad en Piornal profundiza en todos los entresijos de la fiesta, el origen, los rituales que se suceden en esos días, las distintas interpretaciones que se han dado sobre este personaje único y fabuloso.



- Sebastián Martín Ruano  es natural de Brozas, maestro, doctor en Ciencias de la Educación y  un excelente fotógrafo que conoce como nadie las fiestas populares extremeñas. En su libro A los veinte de enero recoge festejos como el Jarramplas y otras muchas fiestas del mes primero no tan conocidas. Como dice Seba, "las fiestas son el alma de los pueblos".



Las Alboradas o Alborás de Jarramplas es la canción más importante del 20 de enero piornalego. Dejo aquí dos versiones, la de EL CALDERO y la de ACETRE:















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