ÁRBOLES Y BOSQUES (I) : SÃO TOMÉ Y PRÍNCIPE


En São Tomé los baobabs llegan hasta el mar. Lagoa Azul. A. Muriel.
 
   Los bosques constituyen el refugio de una multitud de seres vivos , en ellos se  atesora gran parte de la biodiversidad de nuestro planeta. Actúan como una esponja  almacenando gran cantidad de agua y regulando su ciclo natural, que es uno de los factores que controlan el clima terrestre. Sujetan el suelo evitando así la erosión y las inundaciones. De los bosques obtenemos infinidad de recursos: madera, papel, resinas, medicinas, esencias, alimentos. Testigos mudos del paso del tiempo, algunos árboles son de una extraordinaria longevidad. Sumideros de carbono en el proceso de la fotosíntesis, los bosques son uno de los principales remedios para mitigar las consecuencias del cambio climático, ya que contrarrestan la emisión de dióxido de carbono provenientes de la quema de combustibles fósiles. Conocer, valorar y conservar nuestros bosques es nuestra obligación  como humanos comprometidos con nuestro entorno. Los ÁRBOLES, gigantes vegetales, los BOSQUES,  catedrales naturales, son los auténticos PILARES DE LA TIERRA.
 
La isla de Príncipe desde el Miradouro de Nova Estrela. A. Muriel.


   En nuestra primera parada en el viaje por los bosques del planeta visitaremos dos pequeñas islas: SÃO TOMÉ Y PRÍNCIPE . Están situadas en el Golfo de Guinea, allí donde la línea del Ecuador se cruza con el Meridiano de Greenwich. Es el segundo país más pequeño de África, se independizó de Portugal en 1975.



  Forman parte de la ecorregión de la Selva de tierras bajas de São Tomé, Príncipe y Annobon -esta última isla pertenece a Guinea Ecuatorial-. Poseen una importante biodiversidad, con gran cantidad de  animales y plantas endémicas. De 140 especies de aves, 22 son endémicas. Gran parte de la superficie de estas dos islas (30% de Príncipe y casi el 50% de São Tomé) están protegidas como Parque Natural ÔBO, con distintos ecosistemas y una buena muestra de selva tropical primaria.


Martín pescador malaquita de São Tomé, especie endémica de esta isla (Alcedo thomensis). Ilustración de Goodchild,  de un adulto (arriba) y un juvenil,. tomada de Wikipedia.


   El BAOBAB, también llamado embondeiro o micondó, (Adansonia digitata) es un árbol típicamente africano de la familia de las Malváceas.

 

Baobab en Lagoa Azul. Las piedras negras de la playa son basaltos de origen volcánico. A. Muriel.
 
Grupo de baobabs en Lagoa Azul. Cuando están sin hojas, sus ramas parecen raíces, se diría que el baobab es un árbol que crece al revés, con sus raíces mirando al cielo. A. Muriel.



El Oká (Ceiba pentandra) es un árbol gigantesco con grandes contrafuertes en la base para aguantar su enorme peso. A. Muriel.


Okás gémeas en el Iléu Bom-Bom. La escasa profundidad de los suelos queda contrarrestada con lo somero de las raíces de los grandes árboles, que tienen contrafuertes para sostener sus troncos y ramas. A. Muriel.



En la selva existe una auténtica competencia por la luz, las plantas presentan todo tipo  de adaptaciones para alcanzar las partes altas que están mejor iluminadas. Hay plantas trepadoras, lianas, árboles estranguladores, epífitos, etc. A. Muriel.
 
 

La mimosa sensitiva o nometoques (Mimosa pudica) es una planta leguminosa que pliega sus hojas con solo rozarlas. A. Muriel.
 
Flores de Heliconia  , una planta ornamental muy extendida. A. Muriel.
 
 
Vainas gigantes del árbol Blaga. São Tomé. A. Muriel.
 
 
Ylang ylang (Cananga odorata), árbol originario de la India, cuyas flores se utilizan en perfumería. A. Muriel.
 
Los HONGOS juegan un papel fundamental en el bosque como descomponedores, reciclan la materia orgánica muerta devolviéndola al suelo. 
 
Setas creciendo sobre un tronco. Bajo el sombrerillo se aprecian unos diminutos cangrejos ermitaños con su concha.  A. Muriel.
 
   São Tomé y Príncipe son conocidas como las islas del cacao, el cultivo de esta planta está fuertemente ligado a la historia de este país. A principios del siglo XIX, cultivos de café y cacao fueron introducidos. Los ricos suelos volcánicos parecieron ser apropiados para esas nuevas cosechas.  Grandes plantaciones ,  las roças, apropiadas por las compañías portuguesas, pasaron a ocupar casi todas las zonas cultivables. Al comienzo del siglo XX, Santo Tomé llegó a ser el mayor productor mundial de cacao.
 
Árbol del cacao (Theobroma cacao), planta originaria de América. Theobroma significa en griego "alimento de los dioses". A. Muriel.
 

El senhor João sostiene en una mano el fruto del cacao, la pulpa blanquecina que contiene las semillas debe seguir un minucioso proceso de fermentación y secado. Roça, plantación de cacao, en São Tomé. A. Muriel.
 

Mujeres seleccionando las semillas del cacao en una roça de São Tomé. A. Muriel.
 
 
Paisaje fluvial al sudeste de São Tomé. Al fondo el Cão Grande, un pico volcánico de paredes verticales. A. Muriel.
 
  Además del cacao se cultiva café, vainilla, canela, banano, mango, papaya y otras plantas tropicales. La biodiversidad de estas islas se encuentra actualmente amenazada por los monocultivos de palma aceitera .

Plantación de Palma aceitera (Elaeis guineensis). Al fondo el Cão Grande. A. Muriel.
 
   Uno de los atractivos para el ecoturismo, que empieza a desarrollarse en São Tomé y Príncipe, es presenciar el desove de las tortugas marinas. De las 7 especies que hay en el mundo, 4 de ellas desovan en las playas de estas islas: Tortuga laúd -conocida aquí como ambulância- (Dermochelys coriacea), Tortuga verde (Chelonia mydas), Tortuga carey (Eretmochelys imbricata ) y Tortuga olivácea (Lepidochelys olivacea ).  
 
Caroçeiros en Praia Jalé, uno de los lugares de desove de tortugas marinas  en la isla de São Tomé. A. Muriel.
 
 

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