LA MONTAGNE PELÉE Y OTROS VOLCANES DEL CARIBE. (I): MARTINICA




El Mar de los Caribes

El mar de los Caribes es mucho más que un paraíso de cocoteros, hamaca y mojitos en playas interminables de un mar azul turquesa. El Caribe es un mundo complejo de islas con un pasado turbulento de caribes, colonos europeos, esclavos africanos, piratas y filibusteros; un universo tropical azotado por todo tipo de desastres naturales: terremotos, erupciones volcánicas y huracanes. Un mundo mágico donde se imaginan islas del tesoro, amores en tiempos del cólera, fiestas del chivo y donde nacieron ritmos  frenéticos como en ningún otro lugar del planeta. El mar de los caribes es también  una región biogeográfica con  ecosistemas tropicales terrestres y marinos únicos.
Viajamos esta vez a un grupo de islas del Caribe que forman parte de las Antillas MenoresMARTINICA, DOMINICA y GUADALUPE. En esta primera parte nos detenemos en Martinica (Martinique en francés, Matinik en criollo).


Mapa del Caribe en el CIA World Factbook. Imagen tomada de Wikipedia.

Arco insular: las Antillas Menores

Si curioseamos en el mapa de las islas del Caribe -ahora con los Google Maps y Google Earth resulta muy práctico y sencillo, aunque a mí me siguen fascinando los mapas y los atlas en papel- encontraremos un caprichoso rosario de pequeñas islas en fila india: son las Antillas Menores o Pequeñas Antillas  cimas emergidas de una cordillera volcánica submarina. La disposición en forma de arco insular podemos encontrarla en otros lugares de la Tierra: Japón, Filipinas, las Kuriles, islas de la Sonda... 


Petites Antilles, las Antillas Menores.
Mapa tomado de Archives Larousse.

Las Antillas Menores forman un arco insular que se extiende desde Puerto Rico hasta la costa de Venezuela. La Tectónica de Placas, una vez más, nos explica el origen de estas singularidades geográficas: se trata de un proceso de subducción en el que la placa  Sudamericana -más densa- penetra por debajo de la placa Caribe a un ritmo de 1-2 centímetros al año. Podría parecernos un desplazamiento insignificante, pero la fricción y las altas temperaturas y presiones transforman la roca en magma que nutre las calderas de los numerosos volcanes activos de este archipiélago. también este roce entre placas es el origen de los relativamente frecuentes terremotos de la zona.
Las Antillas Menores forman un batiburrillo geopolítico que no hay estudiante de la ESO que se lo aprenda: 8 países insulares independientes, 3 territorios británicos de ultramar, 2 departamentos ultramarinos de Francia, 2 colectividades ultramarinas de Francia, 3 países autónomos de los Países Bajos, 1 área insular de Estados Unidos y 2 entidades federales de Venezuela. 

Martinica, la isla de las flores

Se llamaba Jouanacaera Martinino -la isla de las flores- y estaba habitada por los caribes cuando Cristobal Colón pasó por aquí en 1502. Ahora se conoce como Martinique -en francés- , Matinik -en criollo- o Martinica en español. Forma parte de las Antillas Menores, situada entre Santa Lucía al sur y Dominica al norte. Actualmente es un Département d'Outre-mer (DOM), al igual que Guadeloupe. A  efectos prácticos estamos en Francia, aunque con un clima y unos paisajes exuberantes propios del trópico caribe, con roaming que te permite usar el móvil en cualquier momento y, eso sí, con unos precios, en euros, de tiendas, mercados, alojamientos muy muy europeos.

Martinique/Matinik/Martinica, la isla de las flores. Collage de flores del Jardín Balata. Antonio Muriel

La catástrofe de la Montagne Pelée en 1902

Pocas referencias en nuestra imaginación viajera teníamos de estas islas caribes, solamente un nombre: la Montagne Pelée o Monte Pelée donde tuvo lugar una erupción paroxísmica a principios del siglo XX. En los libros de texto de Ciencias Naturales estudiábamos los tipos de erupción volcánica según la viscosidad de la lava y la consiguiente explosividad: Hawaiana, Estromboliana, Vulcaniana, Vesubiana y por último ....... PELEANA -la de la Montagne Pelée-, la más explosiva y mortífera de todas. Como ya hemos explicado en otras entradas del blog esta clasificación es un poco anticuada, hoy en día se emplea el ÍNDICE DE EXPLOSIVIDAD VOLCÁNICA para medir la magnitud de una erupción.

La Montagne Pelée desde Vivé. A la derecha de la imagen se aprecia la lluvia de cenizas cayendo de la gran nube de humo que sale del cráter. Ilustración de George Varian en el National Geographic del 27 de mayo de 1902.

El relato de la erupción y todos los procesos previos que tuvieron lugar podría parecer una historia de terror fantástico, una escena apocalíptica con todo tipo de fenómenos que me recuerdan a las plagas bíblicas:
- Durante el mes de abril se forman FUMAROLAS SULFUROSAS cerca del cráter.
- 23 de abril. LLUVIA DE CENIZAS.
- 27 de abril. El Étang Sec se llena de AGUA HIRVIENTE, en Saint-Pierre se aprecian fuertes sonidos y olor sulfuroso.
- 30 de abril. Los RÍOS SE DESBORDAN, algunas aldeas quedaron cubiertas de cenizas.
- 2 de mayo. Explosiones, terremotos, se forma una enorme COLUMNA DE HUMO NEGRO. Los animales de granja comienzan a morir por la contaminación con cenizas de agua y comida.
- 4 de mayo. Se intensifica la lluvia de cenizas que impide la navegación de los barcos. CENIZA BLANCA parecida a la harina. En el ingenio Guérin los animales huyen por una invasión de HORMIGAS Y CIEMPIÉS que atacan a los caballos. En Saint-Pierre se produce una plaga de VÍBORAS fer-de-lance -víbora endémica de Martinica- que matan a 50 personas y muchos animales domésticos, sobre todo caballos. (Resulta difícil creer al pie de la letra los datos que aparecen por ahí sobre los sucesos de estos días, la plaga de víboras no parece muy verosímil, es posible que la tradición oral haya exagerado el relato de estos acontecimientos pavorosos). 
- 5 de mayo. EL MAR RETROCEDE 100 metros y luego inunda Saint-Pierre. Una de las paredes del Étang Sec se derrumbó provocando una AVALANCHA DE BARRO.
- 7 de mayo. RELÁMPAGOS VOLCÁNICOS. brillo anaranjado en la oscuridad. la población rural se refugia en Saint-Pierre.
   Pero lo peor estaba aún por llegar.



Mapa de Martinica con las zonas afectadas por la erupción de la Montagne Pelée. Eugène Letot, Bibliothèque Nationale de France. Imagen tomada de Wikipedia.

Saint-Pierre, la Pompeya del Caribe

"Hacia nosotros vino una gigantesca pared de fuego, y su sonido parecía el disparo de mil cañones. La ola de fuego nos cubrió como si fueran relámpagos estallando sobre nosotros. era un huracán de fuego."

El 8 de mayo una gigantesca erupción destruyó Saint-Pierre. Nubes de humo negro con forma de hongo oscurecieron el cielo. Se formó un devastador FLUJO PIROCLÁSTICO -el mismo proceso que tuvo lugar en el 79 cuando la erupción del Vesubio arrasó Pompeya-, esta mezcla de vapor , gases y polvo, a temperaturas superiores a los 1000 ºC, descendió por la ladera de la Montagne Pelée en dirección a Saint-Pierre. Esta terrorífica nube ardiente envolvió la ciudad incendiando todo elemento combustible. Los restos que quedaron en pie ardieron durante varios días. Perecieron unas 30.000 personas.


Mapa de las zonas afectadas por la erupción de 1902: en gris oscuro la del 8 de mayo, en gris claro la  del 30 de agosto. Autor: NordNordWest. Imagen tomada de Wikipedia.

El hombre que sobrevivió al Juicio Final

De las personas que no escaparon a tiempo de Saint-Pierre sólo tres lograron sobrevivir:
La niña Havivra Da Ifrile, León Compère-Léandre -zapatero que vivía en las afueras del pueblo- y Louis-Auguste Cyparis -prisionero en una celda subterránea-. Este último adquirió cierta fama y terminó trabajando en el circo Barnum and Bailey's como "el hombre que sobrevivió al Juicio Final".


Portada del comic -BD en francés- "CYPARIS, Le prisonnier de Saint-Pierre", de Lucas Vallerie, . Imagen tomada de la web BDzoom.com




Cartel francés de una gala benéfica para recaudar fondos para los afectados por la erupción del volcán de Martinica. Autor desconocido. Centre des archives d'outre-mer. Imagen tomada de Wikipedia.



Fotografía de Saint-Pierre después de la catástrofe. Delacourt-Kell, Nationaal Museum van Wereldculturen. Imagen tomada de Wikipedia.



Espina volcánica o pitón de lava que se formó donde estaba el cráter del volcán. Se genera cuando una masa de lava muy espesa es presionada hacia arriba, se suele comparar con la pasta dentífrica saliendo del tubo. Se empezó a formar en octubre de 1902 y se derrumbó en marzo de 1903. Fotografía del vulcanólogo francés Antoine Lacroix. Yorkshire Museum. Imagen tomada de Wikipedia.




Saint-Pierre en la actualidad. En primer término, bajo el cañón, aparecen edificios que quedaron en ruinas por la catástrofe de 1902.

Memorias incandescentes

La erupción de la Montagne Pelée de 1902 sirvió para que tomaran importancia los estudios vulcanológicos y con ello la predicción y la prevención ante este tipo de riesgos naturales. El Mémorial de la Catastrophe de 1902 es un museo dedicado al vulcanólogo norteamericano Frank A. Perret. En él se reúnen documentos y toda clase de objetos cotidianos encontrados en los edificios de Saint-Pierre después de la erupción.

Mémorial de la Catastrophe de 1902. Saint-Pierre (Martinique).


Una campana, doblada como si fuera de plastilina, es uno de los objetos más impactantes del museo. Mémorial de la Catastrophe de 1902. Saint-Pierre (Martinique).



Mémorial de la Catastrophe de 1902. Saint-Pierre (Martinique).



Mémorial de la Catastrophe de 1902. Saint-Pierre (Martinique).



Mémorial de la Catastrophe de 1902. Saint-Pierre (Martinique).

El genial ilusionista y cineasta francés Georges Méliès, "el mago del cine", realizó una recreación de la erupción de la Montagne Pelée -Éruption volcanique à la Martinique- en 1902, ese mismo año también filmó su fantástico Viaje a la Luna.




"Éruption volcanique à la Martinique", cortometraje mudo realizado por la productora francesa Star Film

                    dirigido por Georges Méliès. YouTube.


Saint-Pierre en la actualidad

Siempre nos preguntamos al visitar lugares arrasados por un volcán cómo es posible que la gente siga viviendo allí tan alegremente, sabiendo que esos sucesos naturales pueden volver a ocurrir. Los observatorios vulcanológicos, situados en las proximidades de los volcanes activos monitorizan con todo tipo de instrumentos el estado del volcán en cada momento. Los precursores volcánicos (incremento en la emisión de gases, aumento de temperatura, deformaciones en el terreno, pequeños seísmos, etc.) pueden ponernos sobre aviso de la que se avecina. Un flujo piroclástico no se puede evitar, pero una evacuación a tiempo salvaría muchas vidas: los riesgos naturales son inevitables, los desastres no.


Almacén en una calle de Saint-Pierre (Martinique).

Saint-Pierre es la localidad más antigua de Martinica, fue fundada en 1635 por Pierre Belain d'Esnambuc, filibustero - los auténticos Piratas del Caribe- que llegó a ser el primer gobernador general de las Antillas francesas. La villa fue la capital económica y cultural de Martinica hasta la catástrofe de 1902, hasta su puerto llegaban barcos de todo el mundo. En 1923 Saint-Pierre comienza a  renacer de sus cenizas reconstruyéndose algunos edificios, como la Maison de la Bourse. Actualmente habitan allí poco más de cuatro mil pierrotins.

Saint-Pierre, le Petit Paris des Antilles. Postal antigua, imagen tomada de Wikipédia (en francés).

Calle con casas coloreadas de Saint-Pierre (Martinique).


Le Marché de Saint-Pierre construido en 1923 en la Place Bertin. Saint-Pierre (Martinique).


La Maison de la Bourse. Reconstrucción idéntica al edificio original, la Cámara de Comercio, destruido en la erupción de 1902. Saint-Pierre (Martinique).


Saint-Pierre (Martinique).


Saint-Pierre (Martinique).


Saint-Pierre (Martinique).


Saint-Pierre (Martinique).

la Montaña Pelada

La llamada de los volcanes nos conduce a intentar subir al famoso volcán. Nuestro tórrido y seco verano coincide con la estación de lluvias en el mar de los Caribes -en realidad en estos climas tropicales habría que distinguir entre la "estación seca" en la que llueve y la "de lluvias" en la que diluvia-, aun así y haciendo uso de la méteo francesa buscamos un día con menos probabilidades de lluvia. El sendero no es muy largo pero sí muy empinado, un auténtico rompepiernas, subimos al Aileron y al Plateau des Palmistes que nos lleva al borde del cráter, desde aquí falta un tortuoso tramo que conduce a la cima y que no podemos hacer por la niebla densa que nos impide ver a un burro a tres pasos.

La Montagne Pelée en uno de los pocos instantes en los que las nubes y la niebla nos permitieron su contemplación.


La Montagne Pelée entre la niebla. En la vegetación destacan los helechos arborescentes.


Subida a la Montagne Pelée. La topografía cambiante de los edificios volcánicos deja al descubierto antiguos cráteres erosionados con el paso del tiempo.

A lo largo del ascenso al volcán la vegetación va cambiando: hasta los 800 metros de altitud crecen arbustos y pequeños árboles, abundan también los helechos arborescentes y muchas plantas epifitas; ya cerca de la cima se forman turberas tapizadas de musgos y bromeliáceas.

Thym montagne (Tibouchina ornata), una planta de llamativas flores de la familia Melastomataceae. La Montagne Pelée.


Fuchsia montagne (Chairanthus nodosus), una planta de la familia Melastomataceae. La Montagne Pelée.

Las islas son lugares privilegiados de biodiversidad donde el aislamiento -valga la redundancia- lleva por caminos evolutivos en los que se forman nuevas especies que solo viven en esos lugares: los endemismos. Las montañas del interior de las islas -en este caso la Montagne Pelée y otros volcanes- tienen un doble aislamiento y son muy interesantes por la cantidad de rarezas que atesoran.


Lycopodium, un tipo de plantas sin flores muy abundante en la Montagne Pelée.


Herbe Cré cré (Miconia crenata), un arbustillo de la familia Melastomataceae



Bromeliácea en la subida a la Montagne Pelée.

Las Bromeliáceas o bromelias es una familia de plantas   que abundan sobre todo en regiones tropicales de América -salvo una especie que crece en África-. Su característica más reconocible es la roseta de hojas en la base de la planta, un excelente sistema para almacenar agua que se convierte en microhábitat donde se refugian invertebrados y anfibios. A esta familia pertenece  la piña tropical 
-no añadir a la pizza, dicen los expertos.


Bromeliáceas en la subida a la Montagne Pelée.


Bromeliáceas en la subida a la Montagne Pelée. Al fondo la localidad de Le Morne-Rouge.



Subida a la Montagne Pelée. Al fondo Saint-Pierre.


Subida a la Montagne Pelée. Al fondo a la derecha Saint-Pierre.

El jardín de Balata

A pocos kilómetros de Fort-de-France, en la carretera que asciende hacia Le Morne-Rouge, se encuentra el jardín de Balata, un extraordinario espacio botánico donde se recogen ejemplares de todo tipo de plantas de Martinica y de otros lugares del trópico. Desde allí puede apreciarse la silueta imponente de les Pitons du Carbet, un conjunto de conos volcánicos de gran altura. Hay colecciones de palmeras, helechos arborescentes, orquídeas, etc., que nos dan idea de la gran diversidad de plantas de la isla.

Cartel del Jardín de Balata y ejemplares de Bromeliáceas.
 Antonio Muriel.

Les Pitons du Carbet -macizo de origen volcánico- desde el Jardín de Balata.


 Rosa de porcelana o bastón de emperador (Etlingera elatior) es una planta tropical originaria de Indonesia que está muy extendida por todos los trópicos. Su néctar hace las delicias de los colibrís.

El frufrú prodigioso de los colibrís

Los colibrís son una familia de aves diminutas, de colorido plumaje con brillos metálicos, de vuelo rápido y desconcertante, con un zumbido de las alas que se refleja en algunos de sus muchos nombres: hummingbird (en), frou-frou (fr), zunzuncito. Otras veces hacen referencia a su alimento favorito, el néctar de las flores: picaflores, beija-flor (br). Podrían parecernos insectos un poco grandes, oiseaux-mouches se llaman también en francés. Trochilidae es el nombre científico de esta familia de aves americanas que se extienden desde Alaska hasta Tierra de Fuego. El zunzuncito, pájaro mosca o elfo de las abejas ( Mellisuga helenae) es el ave más pequeña que existe en nuestro querido planeta, mide entre 5 y 6 centímetros del pico a la cola y es endémico de Cuba.


Colibrí caribeño gorgimorado, colibri madère en francés, (Eulampis jugularis)

El pico de los colibrís es largo y fino, recto o curvo, permitiéndole introducirlo en las flores para llegar hasta el néctar que liban con su larga lengua. Están vinculados a flores ornitófilas de las cuales se alimentan y a las que a cambio polinizan. Existen ejemplos muy llamativos de coevolución entre colibrís y sus flores, algo semejante a lo que sucede entre orquídeas y sus insectos polinizadores.


Colibrí caribeño gorgimoradocolibri madère en francés, (Eulampis jugularis)


Colibrí crestado (Orthorhyncus_cristatus). Reichenbach, Iconographia Zoologica. Special Collections University of Amsterdam. Wikimedia Commons.


Colibrí bicolor (Cyanophaia bicolor), especie endémica de Martinica y Dominica. Reichenbach, Iconographia Zoologica. Special Collections University of Amsterdam. Wikimedia Commons.

Compitiendo por el néctar de las flores con los colibrís hay otras aves como el platanero -sucrier à ventre jaune en francés- (Coereba flaveola).


Platanero (Coereba flaveola). Joseph Smit, Catalogue of the Birds in the British Museum. Imagen tomada de Wikipedia.


Sanctuaire Diocésain du Sacré-Coeur (Martinique)

El árbol más bonito de Francia

Quién nos iba a decir que el árbol más bonito de Francia estaba en el Caribe. El árbol de la lluvia (Samanea saman = Albizia saman) es una especie de la familia Leguminosas que puede alcanzar un gran porte, con grandes ramas con forma de paraguas. El magnífico ejemplar de árbol de la lluvia que fue elegido le plus bel arbre de France en 2016 tiene 350 años de edad y se encuentra en la Habitation Céron, una finca dedicada al cultivo de cacao y al ecoturismo, en la vertiente noroeste de la Montagne Pelée.


Habitation Céron (Martinique).


Árbol de la lluvia (Sameana saman). "El árbol más bonito de Francia" en 2016. Habitation Céron (Martinique).

Una de las enormes ramas del Árbol de la lluvia (Sameana saman) cubierta de epífitosHabitation Céron (Martinique).


Rama del Árbol de la lluvia (Sameana saman) cubierta de helechos epífitosHabitation Céron (Martinique).



Selección de plantas en la Habitation Céron (Martinique).
Antonio Muriel


Los hongos saprofitos juegan un papel fundamental en la ecología del bosque tropical. Habitation Céron (Martinique).


La Cascade Couleuvre, al noroeste de la isla, muy cerca de la Habitation Céron (Martinique).



Distintas especies de Helechos en las inmediaciones de la Cascade Couleuvre (Martinique). En Martinica hay  259 especies de helechos. Antonio Muriel.

Les Anses d'Arlet

No va a ser todo penar por volcanes y selvas en un viaje caribeño, en la parte suroeste de la isla se encuentra Les Anses d'Arlet un bello y apacible pueblo de pescadores que se ha convertido en una imagen icónica de Martinica. En la isla hay playas de arena coralina que contrastan con otras de arena negra volcánica.

La iglesia de Saint-Henri des Anses d'Arlet rodeada de coloreadas casas criollas. 


Les Anses d'Arlet.


Les Anses d'Arlet.

Mémorial CAP 110

CAP 110 es un impactante memorial  erigido en 1998 para conmemorar el 150 aniversario de la abolición de la esclavitud. Es obra del artista martiniqués Laurent Valère. Las quince esculturas de gran tamaño están dispuestas de forma triangular en referencia al comercio entre África, Europa y América. Homenajean a las víctimas de un barco negrero que naufragó en esa zona en 1830

Mémorial CAP 110 en el Anse Caffard. A la derecha puede verse Le Diamant, un islote rocoso que da nombre a la localidad cercana.


Mémorial CAP 110 en el Anse Caffard.

Fort-de-France

 Los colonos franceses se instalaron en la mayor bahía de la isla desde 1635 para protegerse de los vientos fuertes del Atlántico. Varias veces arrasada por terremotos, incendios y huracanes a lo largo del siglo XIX,  Fort-de-France pasa a ser la capital de la isla después de la erupción del Pelée de 1902 que destruyó Saint-Pierre.


Bibliothèque Schoelcher, Fort-de-France (Martinique).



Fort Saint-Louis desde el puerto de ferrys. Fort-de-France (Martinique).



Nuestro viaje continúa. Próximamente en este blog:

  DOMINICA Y GUADALUPE.

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