SETAS, LA MAGIA DEL BOSQUE


Amanita caesarea 

    Fugaces, efímeras, aparecen sin avisar, de un día para otro y con las mismas se desvanecen, visto y no visto.  Los ingredientes de la receta son fáciles: hojarasca y humus, a discreción, temperaturas suaves, sin heladas, y por último la varita mágica de las lluvias otoñales que actúan como detonante. !Ale-hop¡ Son las setas, los seres misteriosos  del bosque.

   Todo tiene truco: bajo tierra una red de filamentos, las hifas, conforman el micelio, de allí saldrán -si se dan las condiciones adecuadas- las setas, estructuras reproductoras de algunos hongos, que fabrican las esporas.  Crecen de forma caprichosa, en flotas de muchos ejemplares, formando una senda , dibujando sobre la hierba círculos enigmáticos -los corros de brujas o anillos de hadas. Pura magia. 

Corro de brujas de Pie azul (Lepista nuda)

   Hay infinidad de setas diferentes que en otoño visten sus mejores galas: paraguas o sombrillas, con láminas, poros, púas o agujas, con o sin volva, con cortina o con velo. Se adornan con todo tipo de complementos: con escamas, con barba, con anillos, con finos copos... Secas o viscosas, delicadas o duras como la madera. Dan leche, sudan sangre, se transforman en tinta, se parten como una tiza. Huelen a tierra mojada, a harina, a almendras, a jabón Lagarto, a anís, a carne putrefacta. De mil colores, rojas, naranjas, amarillas, verdes o azules -ojo, el color no es determinante para saber si es comestible, por muy apetitosas que nos resulten. Algunas cambian de color con solo rozarlas, amarillean, azulean o enrojecen. ¿Quién da más? 

   Algunas son venenosas, tóxicas, alucinógenas. Todas las setas se comen, algunas solo una vez -como no se cansan de recordarnos los expertos. Otras son comestibles y aromatizan nuestros platos. Manjar de césares, caballeros, reyes o mendigos. Una atracción irresistible en nuestros paseos por el bosque. Comestibles o no, son fundamentales para preservar la salud de nuestras dehesas y bosques. Muchas son saprófitas y viven de descomponer la materia orgánica reciclándola para que la puedan aprovechar de nuevo las plantas. El tiovivo de la materia. Otras establecen relaciones amistosas, bajo tierra, con los árboles, las micorrizas, hifas y raíces se conectan para intercambiar sustancias. Por último, otras, las menos son parásitas de plantas o de otros hongos. 

   
Del bosque a la sartén: Parasol, barbudas, boletus (aereus e impolitus) y amanitas cesáreas 

Las AMANITAS, setas con volva

   Este grupo de setas se reconoce fácilmente por tener volva, los restos en la base de la envoltura o velo universal que cubría la seta antes de abrirse. La esporada de estas setas es blanca, independientemente del color de las laminillas. El género Amanita reúne varias especies entre las que se encuentran la más codiciada, Amanita caesarea y la más peligrosa de todas, Amanita phalloides.

Oronja, amanita de los césares, huevo de rey, tana (Amanita caesarea
   La reina de las setas -aunque ya se sabe que sobre gustos no hay nada escrito- tiene una coloración muy llamativa, el sombrero es rojo anararanjado con placas blancas, restos del velo universal. Las láminas y el pie son de color amarillo yema-de-huevo.

Amanita caesarea 

“En el poco otoño que ha habido he conseguido comerme media docena de ejemplares, pero cada vez que lo he logrado he pensado: ¿en qué día de la creación produjo Dios tamaña maravilla? En el octavo, seguro que fue en el octavo día de la semana, ese periodo añadido y libre que todos hemos buscado, generalmente de noche y con dos copas de más en el cuerpo”.

Elogio sentimental de la amanita cesárea. Manuel Vázquez Montalbán. EL PAÍS 1991. 


Amanita caesarea 

Recolectando Amanita cesarea en un alcornocal


Trampantojo en Romangordo.

Amanita faloides, oronja verde (Amanita phalloides

    Un solo ejemplar de esta seta puede causar la muerte, por eso debe conocerse muy bien para evitar posibles confusiones. Cutícula verde oliváceo, que puede variar al amarillo o blanco. Pie cilíndrico, blanco, láminas blancas y anillo membranoso. Bastante frecuente en todo tipo de bosques.

Amanita phalloides. Imagen tomada de la web de la SME


Falsa oronja, matamoscas (Amanita muscaria

   La inconfundible seta de los cuentos infantiles que todos hemos dibujado alguna vez. La cutícula del sombreo es roja y está punteada con escamas blancas, mientras que el pie y las láminas son blancas. Muy tóxica, a veces se ha consumido por sus efectos alucinógenos. Mejor no hacer experimentos.

Amanita muscaria 

Amanita pantera (Amanita pantherina

   Recuerda a la Amanita muscaria, pero su sombrero es de color marrón, con verrugas blancas. Muy tóxica, con efectos semejantes a los de la matamoscas.

Amanita pantherina 

Oronja vinosa (Amanita rubescens

   Una seta muy abundante, el tono rojizo vinoso -vino tinto, para más señas- de la carne la delata. El sombrero es pardo rojizo y tiene escamas blanquecinas. Buen comestible, pero hay que cocinarla un buen rato para que desparezcan las toxinas termolábiles.

Amanita rubescens 


Cucumela (Amanita vaginata)
   Su sombrero de color grisáceo tiene el margen estriado. Restos blancos del velo en su cutícula. Comestible, pero no se aconseja consumir por las posibles confusiones con amanitas tóxicas.

Amanita vaginata 


Amanita ceciliae 
   Sombrero de borde estriado con color marrón cubierto de placas grises. El pie atigrado con copos. Comestible previa cocción. 

Amanita ceciliae 


Amanita ceciliae

Volvariella speciosa 

   Abundantísima en parques y jardines, tiene volva pero no es del género Amanita, sino Volvariella. La esporada rosa salmón la separa de las anteriores. la cutícula viscosa la hace muy reconocible. Comestible mediocre, los experimentos mejor con gaseosa.

Volvariella speciosa 

LEPIOTAS 
Parasol, galipierno, tortullo (Macrolepiota procera)
   Una de las setas más populares de nuestra región, hasta el punto que es el símbolo elegido por la Sociedad Micológica Extremeña. Sombrero muy grande, de color crema con numerosas escamas marrones. Pie fibroso, atigrado y con un anillo doble que se puede desplazar. Antes de que se abra el sombrero, la seta tiene el aspecto de maza de tambor. Excelente comestible, el pie no se consume por ser muy fibroso. 

Macrolepiota procera

   Otro parasol, algo diferente a la procera. Pie blanquecino con anillo simple y sombrero con la cutícula en estrella desde el margen. 
Excelente comestible. Mucho cuidado con las lepiotas de pequeño tamaño, hay muchas especies diferentes, algunas de ellas muy tóxicas.

Macrolepiota excoriata 

COPRINUS, sueltan tinta y no son calamares

Barbuda (Coprinus comatus)

   Inconfundible. Sombrero cilíndrico u ovoide, de color blanco con escamas de aspecto lanoso. Seta delicuescente, su sombrero se va transformando en un líquido negro como la tinta, que contiene las esporas. Comestible excelente, pero hay que consumirlas enseguida, antes de que ennegrezcan y se transformen en un charco de tinta. 

Coprinus comatus

   Coprino con sombrero pardo oscuro y placas blancas, restos del velo. Al madurar se transforma en tinta como la barbuda. Sin interés culinario.

Coprinus picaceus



Delicuescencia en el Coprinus picaceus 

PÉRFIDA, el que avisa no es traidor
Pérfida (Entoloma lividum)
   Seta grande y robusta con sombrero convexo que después se aplana.Cutícula lisa de color variable, beige o gris. Láminas de color amarillo que cambia a rosa salmón al ir cayendo las esporas. Muy abundante en alcornocales y otro tipo de bosques. Suele formar corros de brujas. Seta muy tóxica.

Entoloma lividum


Entoloma lividum


RUSSULAS, la invasión
   Es muy sencillo saber que estamos ante una russula, lo difícil es saber  de qué especie se trata. El truco más extendido es comprobar que el pie se rompe como una tiza y al rozar las laminillas no sale látex.  Siguiendo con los micoconsejos, son comestibles las que no tienen sabor amargo -a ver quién es el guapo que le hinca el diente. lo cierto es que cuando salimos a setas nos encontramos russulas por todas partes, una auténtica invasión. 

Russula sp.


Carbonera (Russula cyanoxantha
   Excelente comestible, es de las pocas russulas que van a la sartén. Se reconoce por la cutícula violácea con fibrillas radiales más oscuras y láminas elásticas y grasientas al tacto. 

Russula cyanoxantha 

LACTARIUS, setas que dan leche
   Su pie se rompe como una tiza y al rozar sus láminas se libera un látex cuya coloración nos ayuda en la identificación.

   Seta muy popular en tierras de pinares, ya que establece micorrizas con estos árboles. Sombrero embudado con cutícula anaranjada con círculos concéntricos. Látex de color naranja vivo. Muy buen comestible. En algunas comarcas -Gata, Hurdes...- los níscalos eran las únicas setas tradicionalmente consumidas. En Castilblanco, en la Siberia Extremeña, se celebra en otoño la Feria del Níscalo, Mycosfera.

Pie azul (Lepista nuda) y Níscalos (Lactarius deliciosus


Falso níscalo (Lactarius chrysorrheus)
   Al igual que sucede con las russulas, hay muchas especies de lactarius. El falso níscalo nos engaña con frecuencia, sus sombreros tienen un color naranja más apagado que en el auténtico níscalo y su látex es blanco virando enseguida al amarillo. No es comestible por su sabor picante. 

Lactarius chrysorrheus


Lactarius chrysorrheus 

La seta que suda sangre
   Delicada seta de sombreo cónico acampanado y pie largo y cilíndrico. Cuando se la roza exuda un látex color rojo sangre. Crece sobre ramas muertas de alcornoque. Sin interés culinario.


Mycena haematopus


Pie azul (Lepista nuda) 
   Cuando todas se retiran a sus cuarteles de invierno el pie azul aún resiste. Seta muy abundante al final del otoño, que forma corros de bruja en pastizales, bajo encinas, alcornoques y otros árboles. El color azul violeta de láminas y pie la delata. Buen comestible.

Lepista nuda 


CORTINARIUS, setas con cortina
   Los cortinarios, como su nombre indica, se caracterizan por tener cortina, un velo de filamentos finos que recubren las  láminas. La esporada  tiñe la cortina de color ocre. Se trata de un género complicado, con muchas especies difíciles de distinguir.

Cortinarius trivialis 
   Probablemente el cortinario más abundante y reconocible. Cutícula parda amarillenta, muy viscosa. Pie largo y con círculos de escamas en la parte inferior. Sin interés culinario.

Cortinarius trivialis

La seta que huele a jabón Lagarto 
    Cutícula de color variable, viscosa en tiempo húmedo. Pie y láminas blancas, sin anillo. Olor a jabón -pongamos que Lagarto- que la identifica. Muy frecuente al final del otoño. Sin interés comestible. 

Tricholoma saponaceum 

Lo pequeño es hermoso 
Hygrocybe conica
   Pequeña y llamativa seta de sombrero cónico y mamelón central. Cutícula brillante de color rojo que va ennegreciendo al madurar. Sospechosa de toxicidad.

Hygrocybe conica 

Quien a buen árbol se arrima
Seta de chopo (Agrocybe aegerita)
   Aparece formando flotas de muchos ejemplares sobre troncos o tocones de chopos -también sobre restos de olmos, higueras, etc. Sombrero blanco o tostado, a veces con la cutícula agrietada. Pie largo y curvado con anillo grande. Buen comestible. 

Agrocybe aegerita


Agrocybe aegerita

Foliota del alcornoque Gymnopilus suberis 
   Especie muy abundante sobre madera muerta de alcornoque. Sombrero amarillo anaranjado y cutícula con placas escamosas. Pie cilíndrico, curvado con anillo muy alto, más oscuro que el pie. Sospechosa de toxicidad.

Gymnopilus suberis 


Gymnopilus suberis 

BOLETUS, setas como esponjas
   Otro grupo de setas no tienen láminas bajo el sombrero, sino tubos o poros, donde igualmente se van a producir las esporas. Entre ellos , los Boletus -sobre todo el Boletus aereus y el Boletus edulis- son las setas más buscadas y su comercialización mueve cada año muchos miles de euros en Extremadura.

   Sombrero pardo oscuro, con la cutícula seca.Pie muy grueso, robusto, de color crema que no azulea al tacto. Tubos y poros inicialmente blancos y luego amarillos o verdes. Comestible excelente, muy empleado como ingrediente en recetas de todo tipo en taperías y restaurantes.

Boletus aereus


Boletus aereus 

   Otro boleto muy abundante en nuestras dehesas. Sobrero de color marrón claro y cutícula ligeramente tomentosa.Tubos y poros de color amarillo limón. Pie más claro que los tubos. Buen comestible.

Boletus impolitus


   Especie muy abundante en pinares. Cutícula separable de la carne, muy viscosa, de color que va cambiando de blanco a pardo al madurar. Pie corto con granulaciones. Comestible mediocre, conviene eliminar la cutícula.

Suillus bellinii 


SETAS DE LA MADERA
   Muchas  setas crecen alrededor de los troncos, o en las ramas muertas de los árboles. Entre ellas , los yesqueros que se utilizaban para hacer lumbre por su consistencia. Hay especies que son saprófitas -las recicladoras del bosque-  y otras parásitas. Muchas tienen poros y otras laminillas. Vemos a continuación algunos ejemplos:



Trichaptum biforme  


Trichaptum biforme 


Schizophyllum commune 


Láminas de Schizophyllum commune 


Sarcodontia pachyodon 


LAS EXTRAVAGANCIAS DEL BOSQUE
   - Pero ¿esto qué es? -exclamamos con frecuencia al hacer estos hallazgos en mitad del bosque: setas gominola, setas coral, setas monigote, pezizas, cuescos de lobo, estrellas de tierra...

Tremella aurantia  (derecha), parasitando a Stereum hirsutum 


Ramaria formosa


A la derecha del madroño, un grupo de Pezizas


Cuesco de lobo, bejín (Lycoperdon perlatum)



Estrella de tierra (Astraeus hygrometricus


El que se mueva no sale en la foto
   Este extraño organismo, Leocarpus fragilis, es un Myxomiceto, y "se mueve", al menos en su fase plasmodial -se nutren de bacterias por fagocitosis en esta primera fase ameboide. Por eso los expertos han decidido sacar a estos seres vivos del prestigioso Reino Fungi y dejarlo en el Reino Protoctista, junto con los protozoos y las algas. Este quinto reino se lo debemos a Lynn Margulis, una de las científicas más importantes de todos los tiempos.
   A continuación podemos ver ejemplares de Leocarpus fragilis en tres etapas de maduración:

Leocarpus fragilis 
   
Leocarpus fragilis


Leocarpus fragilis

"La vida es una unión simbiótica y cooperativa que permite triunfar a los que se asocian".
Lynn Margulis
   
   Algunas setas forman MICORRIZAS, enlace simbiótico entre las hifas de un hongo y las raíces de un árbol. Con esta unión ambos resultan beneficiados por lo que este tipo de hongos ayudan a mantener  nuestros bosques en buen estado. Este original vídeo de la BBC nos lo explica muy bien:



"Bajo la hojarasca, en el interior del suelo, hay una multitud de conexiones que ponen en contacto a los habitantes del bosque. Tres de cada cuatro plantas conviven con un hongo amigo, un socio vital con el que intercambian nutrientes y agua. Las arboledas están llenas de amigos. Y gracias a estas amistades muchas especies son capaces de crecer y prosperar en hábitats muy competitivos. Aquello de que "la unión hace la fuerza" también funciona en el corazón del bosque".
Fernando Durán. "Los hongos en Extremadura".
 
   En la página web de la SOCIEDAD MICOLÓGICA EXTREMEÑA se pueden consultar las fichas de las diferentes especies de setas, así como la información de las  actividades (exposiciones, charlas, excursiones, Día de la seta, etc.) que se realizan en distintos lugares de Extremadura:


   Hay muchas guías y libros de setas, aquí van cuatro recomendaciones, muy útiles para iniciarse en el apasionante mundo de las setas:
   - GUÍA DE SETAS DE EXTREMADURA (I y II). José ramón Gil y Pazzis Die. Fondo Natural.
   - 101 SETAS FRECUENTES EN EXTREMADURA. Fernando Durán y José luis Rodríguez. Fondo Natural.
   - BOSQUES Y SETAS EN EXTREMADURA. Fernando Durán y pazzis Die. Diputación de Cáceres.










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