SOMORMUJOS, elegancia y seducción en la charca

SOMORMUJOS, 

elegancia y seducción en la charca

En las charcas extremeñas, cuando llega la primavera y sus habitantes se entregan a los asuntos reproductivos, hay un ave que destaca por su singular plumaje ornamental y por el sofisticado ritual de apareamiento: el somormujo lavanco.


El somormujo lavanco (Podiceps cristatus) es un ave acuática inconfundible, con una silueta estilizada, cuerpo alargado, cuello largo y recto. La cara , cuello y partes inferiores blancas contrastan con el color pizarroso y ocre del dorso y las alas. El pico, largo y afilado, tiene forma de daga y se prolonga en unas bridas negras que acaban en unos atractivos ojos de color rojo carmesí.




Durante la época invernal su plumaje es muy poco llamativo, con las partes superiores grisáceas y las inferiores blancas, apenas destaca en los humedales donde abundan ánades, gaviotas y otras muchas aves. pero al llegar la primavera su plumaje se colorea y embellece.


Moños y golas

En su plumaje nupcial destacan dos moños o penachos de plumas negras y dos golas, en los laterales de su cabeza, de color castaño que se van oscureciendo hacia las puntas. Un llamativo y singular diseño facial que exhiben en sus estereotipados rituales de apareamiento.




Adaptados a la vida acuática, los somormujos nadan y bucean con gran destreza gracias a sus dedos lobulados y a sus patas atrasadas con las que se impulsa. 

Como todo animal necesita comida y casa, esto lo encuentra en una gran variedad de humedales ibéricos: lagunas, charcas, embalses, marismas; siempre que tengan una cierta profundidad para la pesca subacuática y  vegetación palustre donde ubicar su nido.


Crested Grebe (Podiceps cristatus). A history of British birds. F. O. Morris (1862). Wikimedia Commons.


El somormujo en la RAE

En el diccionario de la RAE aparece  somormujo o somorgujo como el ave  del que estamos hablando aquí. También se menciona a lo somorgujo como una locución que significa ocultamente o con cautela. En otras páginas se menciona que una persona es un somormujo en el sentido de que no se puede confiar en ella, una "mosquita muerta", en referencia a la habilidad de estas aves para bucear y desaparecer en cualquier momento.
El verbo somormujar está en el léxico de la RAE: sumergirse o bucear (p.ej, pretérito pluscuamperfecto: yo hubiera o hubiese somormujado...).
Haubentaucher (Podiceps cristatus). J.F. Naumann (1903). Wikimedia Commons.



Dieta ictiófaga

Los somormujos capturan el alimento sumergiéndose en el agua. Su dieta se basa fundamentalmente en los peces presentes en los humedales donde vive, aunque también puede incluir anfibios, insectos, crustáceos -cangrejos de río, como se podrá ver en un imagen más adelante - y materia vegetal.

Un somormujo atrapa una tenca de buen tamaño y tiene que hacer un gran esfuerzo para deglutir la pieza sin añusgarse.


Cortejo nupcial

Los somormujos realizan uno de los cortejos nupciales más espectaculares y complejos que se conocen. Las plumas ornamentales de sus moños y golas se erizan de manera muy llamativa, macho y hembra -no diferenciables , ya que no presentan dimorfismo sexual-, interpretan una estereotipada danza, se sitúan uno frente al otro, mueven sus cabezas a ambos lados, se balancean contoneándose, se ofrecen mutuamente hierbas y algas como ofrenda, juntan picos y pecho, nadan y corren sobre la superficie del agua, todo un portentoso ritual de apareamiento que maravilla a cualquiera que tenga la suerte de contemplarlo.






Great Crested Grebes- Courtship Dance. 
Vídeo de Chen Ein-Dor en YouTube.

En 1914 Julian Huxley, biólogo evolutivo, publicó un estudio sobre  los Hábitos de cortejo del somormujo lavanco. un auténtico hito de la etología de las aves.

 Nido de junco churrero

No todo van a ser danzas y pavoneos para las parejas de somormujos, para continuar con el proceso reproductivo hay que buscar un lugar apropiado para la nidificación entre la vegetación ribereña. Pueden ser nidos flotantes o anclados al fondo, o bien pequeñas isletas de roca o tierra que son frecuentes en las charcas.



El junco churrero (Scirpus holoschoenus) ha perdido el uso tradicional que le da nombre, se empleaba para engarzar  los churros en las ferias. Pero para los somormujos es un  material idóneo para construir los nidos (también aportan espadañas, juncias, junquillos y cualquier material palustre que encuentren en la zona). Los juncos deben ser un mullido colchón donde realizar la cópula, depositar los huevos y proceder a la incubación.




La hembra deposita los huevos en el nido (entre 1 y 6 huevos) que serán incubados por los dos adultos a lo largo de unas cuatro semanas.






La prole

Cuando se produce la eclosión de los huevos, los pequeños polluelos permanecerán con sus progenitores, inicialmente ocultos entre las plumas de sus alas. Las cabecitas rayadas de los recién nacidos asoman entre las alas de los adultos que pueden permanecer en el nido o nadar en los alrededores. Un somormujo adulto hará de  cuna para los pipiolos y otro irá de pesca capturando pequeños peces para alimentar a los indefensos somormujinos.

En una mañana de "marejadilla" en la charca -obsérvense moños y golas alborotados en el somormujo de la derecha-, pudimos presenciar como uno de los adultos traía alimento a los pollitos que permanecían acurrucados entre las alas del otro adulto.





Familia numerosa de somormujos lavancos a los pocos días de la eclosión de los huevos.



Podiceps cristatus. M. A. Koekkoek (1922). Ornithologia Neerlandica. Wikimedia Commons.

Cuando pasan unos días y los pollos se hacen adolescentes, los somormujos ya pueden nadar y zambullirse -somormujan como corresponde-, pero todavía permanecen cerca de los padres para evitar sorpresas desagradables. Ya pueden empezar a incorporar presas de mayor tamaño en su dieta, como un cangrejo de río que un adulto ha pescado y que compartirá con sus pequeños.

Jóven somormujo, de cabeza y cuello con listas blancas y negras, iniciando sus primeras prácticas de natación y buceo.





Haubentaucher (Podiceps cristatus).
J.F. Naumann (1820-1860). Wikimedia Commons

La familia "de los pies en el culo"

"Man gave name to all the animals, in the beginning..." cantaba Bob Dylan, y sí, los humanos pusieron nombres a todo bicho viviente en el origen remoto de las lenguas. Pero si hablamos del nombre científico, fue el sueco Carlos Linneo (1707-1778), con su nomenclatura binomial,  el que bautizó, en latín, a todos los seres vivos que se conocían por aquel entonces.
A nuestro simpático somormujo Linneo lo nombró como Colymbus cristatus en 1758, posteriormente, en 1787 se trasladó al género PodicepsPodiceps procede de podicis (ano) y pes (pie), en referencia a la posición trasera de las patas, o sea "el de los pies en el culo". El nombre específico cristatus no ofrece dudas, alude a la cresta de plumas, los genuinos moños que luce en primavera. Francamente queda mucho más fino en latín: Podiceps cristatus.

Somormujo lavanco (Podiceps cristatus), zampullín común (Tachybaptus ruficollis),  zampullín cuellinegro (Podiceps nigricollis) y zampullín cuellirrojo (Podiceps auritus). Dibujos de Juan Varela tomados de la web de SEO/BirdLife.

A la familia de los somormujos, Podicipedidae, pertenecen también los zampullines: el zampullín común,  muy frecuente en nuestras humedales, el zampullín cuellinegro,  mucho más escaso y raro de observar y el zampullín cuellirrojo ave invernante en algunas zonas del norte peninsular, como las Marismas de Santoña.

Zampullín

El zampullín común (Tachybaptus ruficollis) es el hermano pequeño del somormujo, mucho más pequeño y de silueta redondeada, se zambulle con frecuencia. Rechoncho, con cuello de color castaño y una mancha amarilla en la comisura del pico, es fácilmente reconocible cuando se deja ver entre zambullidas.




"Los placeres que perduran al contacto con la naturaleza no están reservados para científicos, sino que están al alcance de cualquiera que se sitúe bajo el influjo de la tierra, el mar y el cielo y su asombrosa vida."

El sentido del asombro. Rachel Carson

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