Botánica urbana: LAS HIERBAS DE LOS MUROS


Adaptadas al entorno urbano se han acomodado a vivir junto a nosotros, en tejados, balcones y muros. Incluso ocupan su espacio en alcantarillas,, en los alcorques de los árboles,  cualquier pequeña grieta del asfalto es suficiente para instalar sus raicillas. Inmerecidamente despreciadas nos referimos a ellas como malas hierbas, hierbajos, maleza. Son en realidad hierbas silvestres, espontáneas, muchas de ellas son cosmopolitas, plantas vagabundas, errantes, han viajado en barco o en cualquier otro medio de transporte siguiendo a los humanos en su loca costumbre de moverse continuamente de allá para acá. 

Plantas rebeldes que no están solas, son el comienzo de la vida en todo hábitat terrestre, atraen a polinizadores, herbívoros, parásitos y un sinfín de pequeños organismos que pululan a su alrededor, la red trófica que se inicia con la fotosíntesis y que se extiende a pequeños reptiles o mamíferos y, por supuesto, a las aves urbanas de cuya presencia nos sentimos orgullosos: golondrinas, aviones, vencejos, gorriones, verdecillos, cernícalos, cigüeñas..., la biodiversidad que mejora nuestra calidad de vida en pueblos y ciudades. Por eso es importante eliminar el uso de herbicidas y no cortar las hierbas, al menos hasta que florezcan y completen su ciclo vital. 

Aquí va una pequeña selección de nuestras vecinas de barrio,  hierbas rupícolas o casmófitas como también se las llama , si conociéramos un poco de sus secretos aprenderíamos a respetarlas. No están todas ni mucho menos, la lista sería interminable, pero están algunas de nuestras más ilustres hierbas de los muros.


CIMBALARIA


La más elegante de las hierbas silvestres que habitan la ciudad, la cimbalaria, se adueña de muros, paredes y balcones. Al menor descuido se instala en una pequeña fisura donde haya algo de humedad y crece desplegando  sus hermosas hojas y flores, colgando como una pequeña liana. La corola es de color violeta y en ella destacan unas manchas amarillas que son guías de néctar, señales para que los polinizadores  encuentren su camino hacia el néctar a cambio, eso sí, de llevarse el polen a otra flor. El nombre cimbalaria lo toma prestado del címbalo, instrumento musical parecido a los platillos que utilizaban griegos y romanos en sus ceremonias religiosas.












    

Flora, cuadro del pintor italiano Francesco Melzi. Representa a Flora, la diosa de la primavera y las flores en la mitología romana. Museo del Hermitage, San Petersburgo (Rusia). En lugar preferente, arriba a la derecha, puede verse la cimbalaria.

VERÓNICA


Acompañando a la cimbalaria, de parecido aspecto pero mucho menos resultona, la verónica tiene pequeñas flores blancas y tallos y hojas profusamente cubiertos de pelos blanquecinos. Hay otras especies de Veronica con flores azuladas, como la Veronica persica muy común en el césped de parques y jardines. Se ha dicho que el nombre Veronica tiene que ver con las dos anteras de sus  estambres, que simularían dos ojos como los que quedaron impresos en el paño con el que la Verónica bíblica enjugó el rostro de Jesús camino del Calvario.


 








PARIETARIA


La parietaria lleva en el nombre su hábitat preferido, no hay muro o pared que se le resista. Pertenece a la familia Urticáceas aunque no es urticante como sus parientes las ortigas. Tiene tallos rojizos cubiertos de vellosidad blanquecina. Uno de sus nombres vulgares es pegajosa, ya que sus hojas se adhieren fácilmente a la ropa. Produce gran cantidad de polen que es dispersado por el viento, esto la convierte en una planta alergénica que hace estornudar a los alérgicos, de aquí proviene otro de sus nombres populares: maleza del asma












MERCURIAL


Hierba dedicada a Mercurio, dios del comercio en la mitología romana, a quien se atribuye el descubrimiento de las propiedades  de la planta. Tiene mucha querencia por las grietas de los muros, donde coincide a menudo con parietarias y ortigas. Es una planta tóxica, aunque en medicina popular se ha empleado como laxante o purgante.







ORTIGAS


Pocas hierbas son tan conocidas, por la cuenta que nos tiene, como las ortigas. Tallo y hojas están cubiertos de pelos urticantes que son como agujas que inyectan, al roce con la piel, una mezcla explosiva de ácido fórmico -el de las hormigas-, histamina, serotonina y otras sustancias que provocan ese desagradable escozor. No todo van a ser males en esta hierba, sus hojas son comestibles y tienen muchos nutrientes, con sabor parecido a las espinacas pueden consumirse como verdura o para hacer tortillas -tortiga en nuestro léxico propio de piso de estudiantes-. Antiguamente se daban azotes con ortigas para tratar el lumbago, aunque yo, la verdad, me iría al fisio.









La mariposa atalanta (Vanessa atalanta) sobre
una ortiga (Urtica sp.).



Metamorfosis y parásitos de la mariposa atalanta (Vanessa atalanta). La oruga se alimenta de ortigas, parietarias, etc.
Dibujos de la entomóloga  Maria Sybilla Merian (1647-1717).


" En el caso del tejido urbano, sometido a un proceso de artificialización, esta piel estéril que es el asfalto se puede enriquecer con color y texturas vegetales, con cuya presencia cambiaremos profundamente la percepción del paisaje. De esa manera, conseguiremos convertir una ciudad seca y uniforme en una ciudad encantada."

Gilles Clément. Prólogo de Una flor en el asfalto de Raquel Aparicio y Eduardo Barba


OMBLIGO DE VENUS


Una planta suculenta de la familia Crasuláceas. Tiene hojas carnosas redondeadas, con su característico "ombligo" central. Cuando el calor aprieta y no cae ni gota cierra sus estomas de día y solo los abre por la noche, esto le permite resistir en tejados y muros, de hecho es una de la primeras plantas colonizadoras -con permiso de líquenes y musgos que son los primeros seres vivos en instalarse-.









UVA DE GATO


Sus hojas carnosas la identifican, pertenece a la familia Crasuláceas como el ombligo de Venus, un grupo de plantas crasas o suculentas que almacenan agua y nutrientes en sus hojas, como ocurre también con los cactus. Su estrategia para soportar la sequía consiste en cerrar  los estomas durante el día para evitar la deshidratación. Como podemos ver en las fotos el aspecto de la planta cambia mucho a lo largo de su desarrollo. Habitual de muros, tejados y balcones.




 






Sedum album, ilustración de Carl Axel Magnus Lindman.

AHOGAGATOS


Hierba anual de la familia Umbelíferas -la familia de las flores en sombrilla, como la zanahoria o el hinojo-, con flores blancas muy pequeñas que se transforman en frutos ovoideos cubiertos de pelos ganchudos.









CERRAJAS

Hierba de buen porte que crece abundantemente en muros y paredes, pero también aparece en toda clase de terrenos, baldíos, al borde de los caminos. Es nativa del Mediterráneo, pero se ha introducido y naturalizado en casi todo el planeta. De la familia Asteráceas presenta capítulos con flores amarillas rodeadas de brácteas verdosas. Tiene hojas muy características que abrazan el tallo.
Planta comestible, sus hojas se utilizan para ensaladas o como verdura en muchas recetas, la más conocida es el preboggion , una mezcla de hierbas silvestres que se prepara en la región italiana de Liguria.







BELEÑO BLANCO


Planta herbácea de la familia Solanáceas -a la que pertenecen la patata, el tomate, la berenjena o los pimientos- con flores acampanadas de color amarillo pálido. Contiene alcaloides que hacen que sea una planta muy tóxica. Narcótica, componente de antiguos filtros de amor, brebaje de brujas, sus usos tradicionales son de lo más inquietante. En La Odisea, Circe la hechicera transforma a los compañeros de Ulises en cerdos haciéndoles beber una poción mágica a base de beleño. Mejor no jugar con fuego y dejar al beleño tranquilo, encaramado a las grietas de la muralla donde se instala.











MALVA


Planta herbácea que puede alcanzar un buen tamaño, llegando incluso a los 2 metros de altura. Muy abundante en primavera, no solo en muros y paredes, también frecuenta cultivos,  baldíos, borde de caminos, sobre todo terrenos que estén muy nitrificados. De su presencia en los cementerios viene la expresión estar criando malvas. Sus pétalos dan nombre a un color, el malva. Tiene todo tipo de usos medicinales: tisanas para la tos, digestiva, cataplasmas para úlceras y quemaduras. Es una hierba comestible con mucha tradición en los países mediterráneos para elaborar sopas, ensaladas, cuscús...  Sus frutos, los quesitos, también solían comerse a modo de golosina infantil.


Malvas (Malva sylvestris) y cerrajas (Sonchus oleraceus) en buena vecindad compartiendo espacio junto a la muralla.





MATACANDIL


Hierba muy común en jardines y muros, donde aprovecha grietas o huecos para instalarse. Pertenece a la familia Crucíferas, la de los cuatro pétalos en cruz. Jaramagos, mostaza blanca, rábanos silvestres... son otras hierbas de esta familia muy presentes en el medio urbano. El aceite de sus semillas se ha utilizado en cosmética como tónico.






ZURRÓN DE PASTOR

Una hierba muy común, una de las cinco plantas con flor más extendidas por todo el planeta. Su fruto con forma acorazonada la hace inconfundible, de ahí deriva el nombre vulgar de zurrón o bolsa de pastor. Originaria del Mediterráneo y de Asia Menor es una planta colonizadora, una de las primeras en llegar a nuevos territorios.
Se considera una planta protocarnívora -no es carnívora propiamente dicha como  Drosera rotundifolia o Drosophyllum lusitanicum, dos especies insectívoras que están presentes en Extremadura-. Sus semillas al humedecerse segregan mucílago, un líquido viscoso que atrae a los nematodos, estos diminutos gusanos terminan intoxicados y servirán de abono para la nueva planta.




Capsella bursa-pastoris, ilustración de Carl Axel Magnus Lindman.


HIGUERA


No es raro ver en lo alto de las torres de los palacios una rama de higuera que se ha buscado un hueco entre las piedras. Probablemente la semilla llegó hasta allí transportada por algún pájaro glotón. Tiene hojas grandes, ásperas, profundamente lobuladas, de un verde brillante. La higuera mediterránea es una de las primeras plantas cultivadas y tiene un complejo ciclo de vida en el que puede intervenir la avispa de los higos (Blastophaga psenes). La mayoría de las variedades de la higuera son partenogenéticas, es decir, que no necesitan que haya fecundación para que se formen los higos. Algunas higueras dan dos cosechas al año: en junio las brevas y a finales de verano los higos, de ahí la expresión de higos a brevas para referirse a un tiempo largo.






PAMPLINA


Otra hierba cosmopolita que figura entre las cinco plantas con flor más extendidas en nuestro planeta. Sus pequeñas flores tienen cinco pétalos profundamente bífidos de color blanco, más cortos que los sépalos. Su nombre genérico Stellaria alude a la forma estrellada de sus flores. Aunque tradicionalmente se consumía como verdura, parece ser que tiene una cierta toxicidad, así que será mejor dejarse de pamplinas.





CONEJITOS


Otra pequeña hierba muy común, fácilmente reconocible por sus llamativas flores con la corola formando un tubo de color morado. Conejitos, gallitos, zapatitos de la Virgen son algunos de los muchos nombres vulgares que recibe esta planta. 
Las hormigas se encargan de recoger las semillas directamente de la planta o del suelo, atraídas por sus nutritivos eleosomas.


CELIDONIA MAYOR


La celidonia mayor o hierba de las golondrinas es una planta de llamativas flores de color amarillo vivo de la familia de las amapolas -Papaveráceas-. Toda la planta produce un látex anaranjado que se ha utilizado en medicina tradicional contra las verrugas, de ahí viene otro de sus nombres populares: quitaverrugas.
El nombre genérico Chelidonium deriva del griego chelidon que significa golondrina. Plinio el Viejo -famoso naturalista de la Antigüedad que murió en la erupción del Vesubio del año 79- menciona en su Historia Natural un curioso uso de esta planta que hacen las golondrinas: "las golondrinas mostraron ser la celidonia muy provechosa para la vista, curando con ello los fatigados ojos de sus crías".


ELEOSOMAS, golosina para las hormigas
Las semillas de algunas plantas presentan un apéndice muy nutritivo, eleosoma, -compuesto de lípidos, azúcares, almidón, vitaminas...- que resulta un reclamo irresistible para las hormigas. Estas plantas, mirmecócoras, establecen una relación de mutualismo con las hormigas: llevan la semilla hasta el hormiguero donde consumen el eleosoma y la planta a cambio será compensada con la dispersión de sus semillas. Conejitos (Lamium amplexicaule) y Celidonia (Chelidonium majus) son dos ejemplos de plantas cuyas semillas poseen eleosomas.

Semilla con eleosoma (la parte amarillenta) de Chelidonium majus. Imagen de Hans Stuessi tomada de Wikipedia.


BECERRILLA


La becerrilla o dragoncillo es una hierba muy discreta, pasa desapercibida entre tanta floritura de sus vecinas de muro, pero si nos acercamos a observar sus flores con detalle quedaremos sorprendidos de su belleza. Es una planta anual con hojas lineares y flores con corola bilabiada de color rosado. Su epíteto orontium hace referencia al río Orontes en Siria que sería el límite oriental de su distribución nativa.







AMAPOLA


En nuestra selección de hierbas de los muros no podía faltar la amapola, lindísima amapola. Una planta todo terreno, de ciudad y de campo -más de campo que las amapolas-, acompaña a los cereales cultivados , se adueña de los terrenos baldíos, embellece el borde de los caminos, parques y jardines, y en nuestros muros ocupa también un lugar privilegiado. Una de las pocas plantas a las que todos sabemos nombrar,  por su singular forma y color se escapa de la ceguera verde que nos impide disfrutar del reino vegetal.





MUSGOS Y HEPÁTICAS

Las Briofitas son plantas terrestres no vasculares que no tienen flores. Son descendientes de las algas verdes y se consideran las primeras plantas en conquistar el medio terrestre. Las briofitas que todos conocemos son los musgos esa almohadilla esponjosa, suave al tacto que tapiza las rocas y los troncos de los árboles, y que parecen reavivarse después de la lluvia. Las hepáticas no son tan conocidas, tienen aspecto de alga y pueden verse en fuentes, pozos y lugares que rezumen humedad. Los líquenes y las briofitas son organismos pioneros en la colonización de nuevos medios, de alguna forma preparan el terreno para la llegada de nuestras queridas hierbas.



En primavera podemos ver que del musgo sobresalen unos palitos terminados en una diminuta bolsa alargada con  un capuchón a modo de tapadera, son los esporangios que contienen las esporas

Partes de un musgo. Imagen tomada del Proyecto Biosfera, recursos.cnice.mec.es






Las hepáticas se llaman así por su aspecto  que recuerda -con grandes dosis de imaginación- a un hígado. Son plantas pequeñas que suelen pasar desapercibidas con hojas laminadas de forma irregular.



Lunularia cruciata es una especie de hepática fácil de identificar por unos pequeños receptáculos en forma de media luna.


Ilustración -psicodélica donde las haya- de diferentes hepáticas con sus estructuras reproductoras. Ernst Haeckel. Imagen tomada de Wikipedia





Y para terminar un par de libros muy muy interesantes y entretenidos, llenos de curiosidades botánicas:





Comentarios

Entradas populares de este blog

EL ESPINOSO MUNDO DE LOS CARDOS

Cuando los volcanes cambian el mundo (II): VESUBIO, EL VOLCÁN DE PLINIO EL VIEJO.

Plantas con muchas AGALLAS